Intercambiar conocimientos ancestrales y productos tradicionales de las comunidades indígenas de Caldas fue el objetivo del “Trueque: saberes, sabores y tradiciones”, actividad que lideró este sábado en la Plaza de la Candelaria, la Secretaría de Medio Ambiente de Caldas, junto a MinAmbiente y la ONG Eje Café.
Un total de 250 indígenas participaron de la jornada, llevando consigo alimentos, artesanías, semillas, árboles y compartiendo sus conocimientos y procesos ancestrales sobre plantas medicinales, para ayudar a conservar la tradición indígena en Caldas.
“Este es un espacio que permite el intercambio de productos agrícolas, en el que además se conoce más de la gastronomía de las comunidades indígenas, de plantas medicinales, es un proceso donde también se rescata la oralidad. Es un homenaje a las tradiciones y a los saberes indígenas, que junto a la Gobernación de Caldas ayudará a visibilizarlos”, afirmó Paola Andrea Loaiza Cruz, secretaria de Medio Ambiente de Caldas.
Además de los productos, se destaca el proceso detrás de su elaboración. Primero, se apuesta por mantener las tradiciones utilizando lo que se obtiene de la tierra en los Resguardos. Además, realizan transformaciones productivas con un enfoque en el cuidado del medio ambiente, evitando desechos, reduciendo el uso de plástico y fomentando el reciclaje.
“Es en este espacio donde los productores, las mujeres que empoderan mucho este proceso, resaltan la producción agropecuaria que hay dentro de los resguardos. Tenemos hortalizas, frutas y, algo muy importante, las semillas criollas y nativas, que son las nuestras, las que debemos proteger, conservar y reproducir. En este espacio es el caminar de la palabra, del saber, de la semilla y de la producción propia”, explicó Nadia Fernanda Ochima, dinamizadora del área agropecuaria del resguardo indígena Nuestra Señora Candelaria de la Montaña.
Este intercambio cultural hace parte del convenio entre la Secretaría de Medio Ambiente de Caldas y el Ministerio de Ambiente, por más de 1.500 millones de pesos, para comunidades indígenas, en el que se incluyeron actividades como la instalación de viveros transitorios y permanentes, construcción de franjas amarillas para cuidar áreas interés ambiental y restauración participativa.
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