La mandataria del Valle del Cauca advirtió que el proyecto del gobierno nacional, que plantea un incremento en el impuesto al consumo de licores y cigarrillos, encarecería los productos, incentivaría el contrabando y reduciría los recursos destinados a programas sociales.
Un aumento que impacta al consumidor
De acuerdo con la gobernadora, el impuesto específico pasaría de 343 a 750 pesos, es decir, más del doble del valor actual.
Esto, señaló, incrementaría el precio del aguardiente, generando como consecuencia un aumento del contrabando, lo que se traduciría en menores ingresos para los departamentos.
Riesgos de contrabando y pérdida de recursos
La mandataria recordó que actualmente el contrabando representa el 40% en cigarrillos y el 36% en aguardiente, cifras que los gobiernos locales han tratado de reducir.
Con la reforma, advirtió, estos indicadores podrían aumentar, disminuyendo los recursos destinados a salud, educación y deporte.
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Preocupación por la autonomía de los departamentos
Otro de los puntos cuestionados por la gobernadora es que los recursos provenientes de estos impuestos dejarían de ser administrados por los departamentos para pasar al gobierno nacional, lo que considera una vulneración a la autonomía territorial.
Según afirmó, esta medida limitaría la capacidad de las regiones para sostener programas sociales fundamentales.
Con estas declaraciones, la gobernadora del Valle dejó en claro su rechazo a la reforma tributaria y advirtió que su aprobación afectaría la sostenibilidad financiera de los departamentos y la atención a la ciudadanía en áreas clave.
