Cojito, es un perro con discapacidad que sobrevivió a un atentado con explosivos perpetrado el 29 de enero en el corregimiento de Fenicia. Debido a su condición, «Cojito» no pudo huir a tiempo y sufrió heridas graves por la detonación de una moto bomba cerca de la estación de Policía local.
Tras la explosión, uniformados de la Policía Nacional auxiliaron al canino, trasladándolo de inmediato a un centro veterinario en Tuluá. Allí, un equipo de especialistas atendió sus lesiones, logrando estabilizarlo. Actualmente, «Cojito» se encuentra en proceso de recuperación y su estado de salud es estable.
“Nosotros nos vamos a encargar de cubrir todos los costos que el paciente pueda requerir”, afirmó Johan Vallejo, médico veterinario del hospital donde se encuentra Cojito.
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Estos atentados no solo afectaron a «Cojito». La comunidad de Riofrío también sufrió las consecuencias, con escenas de pánico entre los habitantes, incluidos niños que huían despavoridos tras las explosiones. Las autoridades locales han intensificado las investigaciones para dar con los responsables de estos actos violentos que alteraron la tranquilidad de la región.
La historia de «Cojito» se ha convertido en un símbolo de resiliencia y ha generado muestras de solidaridad en la comunidad. Su recuperación es un rayo de esperanza en medio de la adversidad que enfrenta Riofrío.