En Quebrada Seca, funcionarios de la concesionaria Unión Vial Camino del Pacífico y residentes del sector realizaron una jornada de voluntariado para recuperar y embellecer la caseta comunal, en el marco de una semana de actividades solidarias que busca generar impacto social más allá del proyecto de la doble calzada Buga–Loboguerrero–Buenaventura.
Una jornada que reunió a comunidad y empresa
La caseta comunal de Quebrada Seca fue el punto de partida de una serie de acciones lideradas por la Fundación Sacyr, que inició allí su semana anual de voluntariado.
Habitantes y trabajadores de la concesionaria participaron en labores de pintura, siembra de jardines, adecuaciones generales y creación de un mural, con el propósito de recuperar un espacio que durante años presentó deterioro y limitaciones para el uso comunitario.
Mejoras visibles y adecuaciones necesarias
Las intervenciones permitieron renovar la estructura interna y externa del lugar y fortalecerlo como punto de encuentro para actividades sociales, culturales y educativas.
Además de las labores de embellecimiento, se entregaron nuevos elementos como sillas y un televisor, lo que amplía las posibilidades de uso por parte de la comunidad.
Líderes del sector resaltaron que la intervención llega en un momento oportuno, luego de un periodo prolongado en el que la caseta carecía de mantenimiento y recursos para su funcionamiento.
Un voluntariado que busca dejar huella
De acuerdo con los organizadores, esta jornada se suma a otros trabajos previos realizados en el área y hace parte de un proceso continuo que combina aportes de la comunidad y acciones de voluntarios de la empresa.
El propósito es generar mejoras tangibles en los territorios cercanos al corredor vial, bajo un modelo colaborativo que involucra a distintos actores del entorno.
Semana Fundación Sacyr: acciones globales con impacto local
La actividad en Quebrada Seca marca el inicio de la Semana Fundación Sacyr, un evento que la organización desarrolla en distintos países donde ejecuta proyectos.
Durante estos días, equipos de voluntarios realizan intervenciones sociales y ambientales que buscan aportar beneficios adicionales a las comunidades, más allá del alcance operativo de las obras de infraestructura.
Un aporte social paralelo al avance del proyecto vial
El voluntariado en Quebrada Seca se convierte en un complemento al desarrollo de la doble calzada Buga–Buenaventura, aportando a la transformación de espacios comunitarios en zonas cercanas al corredor.
Para los participantes, estas acciones fortalecen los lazos entre la comunidad y quienes trabajan en el proyecto, mientras dejan mejoras permanentes en su entorno.









