Un simulacro avisado realizado en el sector de Centracar, en la variante alterna interna de Buenaventura, dejó un balance positivo al evaluar la capacidad de respuesta frente a un accidente con derrame de sustancias químicas.
Una práctica vital para salvar vidas
Los simulacros no son simples ejercicios, sino entrenamientos que pueden marcar la diferencia en una emergencia real.
Durante la jornada, empresas, autoridades y organismos de socorro midieron su capacidad de reacción frente a una situación de alto riesgo.
La práctica permitió identificar falencias en equipos y elementos de apoyo, pero también destacó la preparación del personal entrenado para atender este tipo de eventos.
Articulación entre entidades y comunidad
El ejercicio puso en evidencia la importancia de la coordinación interinstitucional y el trabajo conjunto con la comunidad.
La articulación permitió mejorar tiempos de respuesta, fortalecer protocolos y sensibilizar a los ciudadanos sobre la necesidad de actuar con calma y siguiendo recomendaciones durante una emergencia.
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Confianza ciudadana y prevención
La simulación dejó aprendizajes clave en el uso de equipos, rutas de evacuación y coordinación entre organismos.
Además, fortaleció la confianza en las entidades de socorro, demostrando que detrás de cada operativo existe un plan estructurado para mitigar riesgos y proteger vidas.
Compromiso con la seguridad vial
La Unión Vial Camino del Pacífico, organizadora del simulacro, destacó que estas prácticas son una inversión en prevención y preparación.
Reiteró que su compromiso es garantizar la seguridad vial en el corredor Buga–Buenaventura, donde cada acción preventiva busca reducir accidentes y salvar vidas.




