‘Pikachú’, una prueba de que el arte transforma vidas

Santiago de Cali, enero 26 de 2025. En las calles de Cali, la salsa que vibra en cada esquina, cambió la vida de Sebastián. Los errores lo llevaron a la cárcel de Villahermosa en plena pandemia, donde en medio del encierro encontró en la música y el baile su escape y, más tarde, su salvación.

Y ha sido el arte, el que convirtió al popular ‘Pikachú’ en un gestor cultural, que con apoyo de la Gobernación del Valle del Cauca ha sacado adelante ‘Salsa al Patio’, uno de sus proyectos más queridos, que no solo ha sido fuente de inspiración para quienes cumplen sus condenas, sino para otros jóvenes transformando vidas.
 
“Con ‘Salsa al Patio’ damos clases de salsa caleña, un poco de acondicionamiento físico, conocemos los conteos y tiempos musicales para luego empezar a bailar. Desde los pasos básicos ya hemos venido formando un proceso con los internos, algunos ya están en un nivel medio, otros han sido muy buenos en coreografía, y la intención es que este año se pueda sacar un grupo de baile que se pueda presentar en el Salsódromo o el Mundial de Salsa”, cuenta Sebastián.
 
‘Pikachú’ descubrió que en los pasos de la salsa había algo más que ritmo: había disciplina, pasión y la posibilidad de conectar con otros desde el arte, en lugar del conflicto. Y, por eso, siente mucha satisfacción con el grupo de internos que encontraron en la salsa no solo una forma de pasar las horas, sino un propósito.
 
“Me siento feliz porque he confiado que la salsa puede transformar vidas, hacer cosas a este nivel, poder hacer esas alianzas tan estratégicas, es algo que sé que va a llevar esta propuesta a otro nivel y el beneficio lo están buscando para los que están privados de la libertad, para que tengan la oportunidad de consumir algo positivo, algo diferente y que pues cuando recuperen su libertad puedan salir a hacer diferentes cosas, cosas que generen el cambio y la transformación”, dice el joven gestor cultural.
 
Tras cumplir su condena, Sebastián fundó su propia academia, donde jóvenes en riesgo y niños encuentran un espacio donde los errores se convierten en oportunidades, y se convirtió en un embajador de las segundas oportunidades y prueba viviente de que el arte puede cambiar vidas.
 

Carlos Soto
Periodista Gobernación del Valle del Cauca