Jimmy Carter, el agricultor de cacahuates que buscó restaurar la confianza en la Casa Blanca tras los escándalos de Watergate y la Guerra de Vietnam, y que tras su mandato se convirtió en un defensor global de los derechos humanos, falleció a los 100 años.
El Carter Center informó que el 39.º presidente de Estados Unidos murió el domingo en su hogar en Plains, Georgia, más de un año después de comenzar a recibir cuidados paliativos. Carter vivió la mayor parte de su vida en esta pequeña localidad junto a su esposa, Rosalynn, quien falleció en noviembre de 2023 a los 96 años.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lamentó la muerte de Carter, describiéndolo como un “líder extraordinario, estadista y humanitario”, y destacó su legado como defensor de la paz, los derechos civiles y humanos, así como su trabajo en causas como la erradicación de enfermedades y la lucha por los desfavorecidos. “Para cualquiera que busque el significado de vivir una vida con propósito y significado, estudien a Jimmy Carter: un hombre de principios, fe y humildad”, expresó Biden, quien también anunció que se le rendirá homenaje con un funeral de Estado en Washington.
Una presidencia marcada por la transformación y los desafíos
Carter, un demócrata moderado, llegó a la presidencia en 1976 como un desconocido gobernador de Georgia. Con su sonrisa amable, su fe bautista y una promesa de transparencia, logró conectar con los estadounidenses cansados del cinismo político tras la presidencia de Nixon. “Si alguna vez les miento, no merecería ser su presidente”, dijo Carter durante su campaña.
Su gobierno fue testigo de logros importantes, como los Acuerdos de Camp David, en los que medió la paz entre Egipto e Israel en 1978, y su impulso a la creación de los Departamentos de Energía y Educación. También promovió la protección de millones de hectáreas en Alaska, abogó por los derechos humanos y firmó tratados históricos como los del Canal de Panamá y la normalización de relaciones con China.
Sin embargo, su mandato enfrentó desafíos complejos. La inflación de doble dígito, la crisis de los rehenes en Irán y el fallido intento de rescate militar afectaron su popularidad. En 1980, fue derrotado por Ronald Reagan en una aplastante elección.
Un legado como expresidente
Después de dejar la Casa Blanca, Carter encontró su verdadera vocación. En 1982, él y Rosalynn fundaron el Carter Center, desde donde lideraron esfuerzos globales en mediación de conflictos, monitoreo de elecciones, derechos humanos y salud pública.
Carter recibió el Premio Nobel de la Paz en 2002 por sus contribuciones en la resolución de conflictos y su trabajo humanitario, que incluyó negociaciones de paz en Bosnia y Haití, así como su campaña para erradicar el gusano de Guinea, una enfermedad parasitaria. Junto a Habitat for Humanity, los Carter construyeron viviendas para los necesitados hasta sus últimos años de vida.
Carter publicó más de 30 libros y permaneció activo en la defensa de la democracia, incluso auditando las elecciones presidenciales de Georgia en 2020.
“He tenido una vida maravillosa”
Jimmy Carter nació el 1 de octubre de 1924 en Plains, Georgia. Se graduó de la Academia Naval en 1946 y regresó a su ciudad natal tras la muerte de su padre, donde enfocó sus esfuerzos en la política. Fue gobernador de Georgia en 1970 antes de alcanzar la presidencia en 1976.
Diagnosticado con cáncer en 2015, Carter enfrentó su condición con serenidad. “He tenido una vida maravillosa. He tenido miles de amigos, he llevado una vida emocionante, aventurera y gratificante”, dijo en una ocasión.
Hoy, su legado como político, humanitario y defensor de la paz sigue vivo, recordando al mundo la importancia de la compasión, la integridad y el servicio público.