En la madrugada del pasado lunes, Víctor Mario Valencia Preciado, un recluso del Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Buga, falleció tras sufrir quemaduras de alto grado en todo su cuerpo. El interno, quien purgaba una pena en ese centro de reclusión desde hace varios años, fue trasladado inicialmente a un centro médico en Buga, pero debido a la gravedad de sus heridas, fue remitido a un hospital en Cali, donde finalmente perdió la vida.
Según información proporcionada por una fuente del penal, el incendio que provocó las quemaduras ocurrió exclusivamente en la celda donde se encontraba Valencia Preciado. La misma fuente indicó que el recluso habría iniciado el fuego de manera intencional, aunque posteriormente responsabilizó a otro interno.
Sin embargo, la versión oficial contrasta con la denuncia presentada por los familiares, quienes expresan desconocer las circunstancias exactas que originaron el incendio. Los parientes señalan que la noticia les fue comunicada inicialmente por otro interno del establecimiento, quien les informó que Valencia se encontraba en un estado crítico. Ante esta incertidumbre, la familia exige a las autoridades penitenciarias que se esclarezcan las causas del incendio y las responsabilidades asociadas.
Este caso pone nuevamente en el foco de la opinión pública las condiciones de seguridad y supervisión dentro de las cárceles del país, donde ya se han registrado tragedias similares, como el incendio ocurrido en la cárcel de Tuluá en 2022.