La II Bendición Motera 2025 en Guadalajara de Buga no solo reunió a cientos de motociclistas en un acto de fe y fraternidad, también se consolidó como un espacio clave para promover la seguridad vial por parte de la Concesionaria Unión Vial Camino del Pacífico.
La concesión participó activamente con una propuesta pedagógica que dejó un fuerte mensaje de autocuidado en las carreteras.
Un espacio de conciencia en la vía
Durante la jornada, la concesión Unión Vial Camino del Pacífico, instaló un stand en el que los asistentes vivieron dinámicas diseñadas para reflexionar sobre los riesgos de la imprudencia al volante.
Una de las actividades más llamativas fue el uso de gafas especiales que distorsionaban la visión y simulaban el estado de embriaguez, lo que permitió a los moteros experimentar lo difícil que resulta mantener el control bajo los efectos del alcohol.
El ejercicio, acompañado de un circuito de conos, dejó una lección clara: conducir responsablemente puede salvar vidas.
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Pedagogía y responsabilidad en la carretera | Concesionaria Unión Vial Camino del Pacífico
Representantes de la Unión Vial Camino del Pacífico destacaron que este tipo de iniciativas se enmarcan en la campaña “Vive la vida”, enfocada en el respeto por las señales de tránsito, el uso de implementos de seguridad y la responsabilidad al conducir.
Subrayaron además que los motociclistas son actores fundamentales en el corredor vial Buga – Loboguerrero – Buenaventura, y que la concesión mantiene canales de atención como el numeral 180 para atender incidentes en la vía.
Un homenaje a los moteros caídos
Como símbolo de unión y respeto, la concesión entregó un casco decorado con calcomanías de los clubes participantes, pieza que será exhibida en el Museo de la Basílica del Señor de los Milagros de Buga.
Este gesto busca honrar la memoria de los moteros que han perdido la vida en las carreteras y recordar la importancia del autocuidado como compromiso colectivo.
La participación de la Concesionaria Unión Vial Camino del Pacífico en la II Bendición Motera dejó en evidencia que la seguridad vial no es solo un deber institucional, sino un acto de fraternidad y respeto hacia cada vida en la carretera.
Un mensaje que trasciende el evento y refuerza la necesidad de una movilidad más consciente y responsable en el Valle del Cauca.
