El «Ecosistema Perfecto» de Andrés Vanegas Fernández: Contratos por $47 Mil Millones con el Estado Están Bajo la Lupa

El modus operandi de Vanegas, según se desprende de las investigaciones, era tan sencillo como descarado. Aprovechando su doble condición de capitán en la reserva de la Policía y contratista del Estado, habría tejido una red de influencias que le permitía acceder a información privilegiada y, presuntamente, direccionar las licitaciones a su favor.

El caso de la Alcaldía de Cúcuta es un ejemplo de manual de cómo funcionaría esta maquinaria de la corrupción. En una licitación exprés, con tan solo **34 horas** entre la publicación de los pliegos y la presentación de ofertas, DTM SAS se quedó con un contrato de **13.915 millones de pesos**. Un plazo a todas luces sospechoso, que habría impedido la participación de otros oferentes y que sugiere que el contrato ya tenía nombre y apellido: Andrés Vanegas Fernández.

Pero la voracidad de Vanegas no tenía límites. Su «ecosistema perfecto» se extendía a gobernaciones, alcaldías y, por supuesto, a su «alma mater», la Policía Nacional. Allí, con la presunta complicidad de altos mandos, habría logrado que le adjudicaran contratos a dedo, como el de la compra de un software que la Fiscalía pidió investigar por presunta contratación directa.

Y para rematar, el escándalo de los escáneres de rayos X por **11.400 millones de pesos**, un contrato que habría sido diseñado a la medida de DTM SAS y que fue frenado en el último momento gracias a las denuncias de la prensa.

Lo más indignante de esta historia es que la única accionista de DTM SAS es la esposa de Vanegas, la ciudadana venezolana María de los Ángeles Rangel. Una estrategia que, según los expertos, buscaría ocultar el verdadero patrimonio de Vanegas y dificultar el rastreo del dinero.

Mientras tanto, Vanegas se pasea por el mundo como un exitoso empresario, dando conferencias sobre emprendimiento y tecnología. Una fachada de respetabilidad que se cae a pedazos ante la contundencia de las pruebas.

La Contraloría, la Procuraduría y la Fiscalía tienen la obligación de investigar hasta las últimas consecuencias este carrusel de la contratación. Cada peso que se habría embolsillado Vanegas es un peso que se le ha robado a la salud, a la educación y a la seguridad de los colombianos. ¡Basta ya de tanta impunidad! El país exige que los corruptos paguen por sus crímenes y devuelvan hasta el último centavo.